18 de diciembre de 2010

Lobo

En el barrio, todos le evitaban.

Aunque era un pobre hombre, solitario y taciturno, su mirada lobuna daba realmente pavor.

Los niños le llamaban "el lobo-hombre" pero él nunca llegó a entender por qué.

Vivía al final de la calle, y las noches despejadas ahuyentaba a la soledad hablando cara a cara con la Luna.

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