15 de noviembre de 2012

15-N

Ya han cesado los gritos.

Las banderas pisadas trufan el asfalto, a merced de las patrullas de limpieza, que se afanan en borrar cualquier vestigio, por ajado que esté, de nuestro paso.

Hoy ya no es ayer, y ayer no fue como otros ayeres, pero sentado en el banco de siempre, tras hojear un periódico gratuito, observo las calles y los árboles, más impregnados de otoño que nunca, y siento un  ardor casi olvidado cruzándome el pecho, un ardor que me invita a alzar la frente.

6 de noviembre de 2012

Incursión

Agitaba con tal tesón la bandera negra de su desolación, que no tardó en borrar del cielo las señales de humo que provenían del otro lado de la trinchera.

No eran señales especialmente esperanzadoras, ni siquiera eran mínimamente alentadoras... pero eran, tal vez, el último y frágil hilo que aún le unía a la realidad.

Una vez se aseguró de que el azul celeste estaba de nuevo impoluto, se abrazó al viejo mástil y replegó filas con la única compañía de las polillas que, desde hacía tiempo, devoraban pacientemente la enseña.

26 de octubre de 2012

Cifras

"X" forma parte de los más de cinco millones de personas que protagonizan hoy las portadas.

En las mismas portadas se detalla, hoy también, como "U" solicitó (y recibió sin problemas) una hipoteca de más de cinco millones.

Puede que se trate sólo de una curiosidad numérica o de una mera coincidencia.

O puede que no... Puede que sea la señal que "X" y otros como él necesitaban para prender definitivamente la mecha de su desesperación y empezar a cambiar el sentido de giro de la noria.

Habrá que estar atentos a las portadas de mañana.

23 de octubre de 2012

Vías

A través de la ventanilla, el barro, las piedras y las escasas construcciones, se unifican y adquieren la inconsistencia de una masa informe enmarcada por la rectitud inamovible del tendido eléctrico.

Mientras me dejo llevar indolente hacia el destino final de este viaje, apenas discierno fronteras y ríos, diluídos en un mar de colores ambiguos y casi deglutidos por el gris del cielo.

El cansino tran tran del vagón hace que la rutina del recorrido se envalentone y lo envuelva todo, transformando a los pocos viajeros en autómatas de mirada perdida y gestos cansados.

Ni siquiera la imagen de la estación término, asomando arrogante entre la niebla, hace que reaccionemos... Es ya demasiado tarde para buscar en los bolsillos el billete de vuelta.





18 de octubre de 2012

Plano y contraplano

Saboreo tu nombre mientras lo deletreo una vez más.

Me deleito en cada letra, en cada pausa, en cada golpe de voz... cierro los ojos y mi mente se traslada a otro tiempo y a otro lugar, muy alejados de esta realidad.

Navego por ese espacio inventado, aún embriagado por el dulzor amargo de tus recuerdos y me dejo embaucar por los trampantojos caprichosos de la memoria.

Cuando regreso, de noche aún, adivino un pequeño resquicio de luz asomando tembloroso entre la maraña de ovillos entrelazados a que había quedado reducido mi cuarto.

2 de octubre de 2012

El día después

¿Y qué hago yo ahora con este sentimiento de impotencia que se empeña en colonizar mi razón?

¿Cómo deshago el nudo de la desolación?

¿Para qué me sirven hoy el amor propio y el ajeno?

El frío lo inunda todo.

El silencio se espesa y me humedece hasta las entrañas.

El horizonte no asoma por la ventana.

Ayer fue angustia... hoy es dolor.

El dolor más grande.

El dolor...

* * * * * * * * * * *

Pese a todo, busco un último refugio en tus ojos y tus abrazos, en tus palabras a medio construir y tus pasos dubitativos.

Aunque ayer te arrebataron la sonrisa a empellones, sé que aún te queda un gesto generoso que me ayude a darle la vuelta a esta esquina atroz.


21 de septiembre de 2012

Discontinuidades

Recorro con la vista y los dedos el teclado, me esmero todo lo que puedo en la búsqueda, pero hoy no hay forma de encontrar los puntos suspensivos.

Quizás se han escondido en algún jardín ficticio (de esos que acostumbro a construir tan a menudo), o están agazapados tras una esquina inventada (de esas que asoman de cuando en cuando entre la bruma).

O tal vez, simplemente, se han hartado ya de esperarme y han huído sin previo aviso, dejándome a merced de los punto y aparte.

7 de septiembre de 2012

Salida de emergencia

Mientras me preguntas inquisitorialmente, clavando tu mirada en mis ojos apagados, busco escapatorias invisibles por los confines del cuarto.

Navego por rincones, esquinas y grietas, recorro con la vista las paredes y el techo... hasta que  el simple gancho de una percha (asomando tímidamente entre la ropa que hay junto a la maleta a medio hacer), me da, con su gesto interrogante y vacuo, la clave que buscaba para responderte.

Carta de ajuste

Frente a frente, al fin, con la soledad, pudo dedicar unos minutos a engañar a la rutina y, como quien abraza a los viejos amigos, acarició largamente anhelos que habían permanecido dormidos.

Y una vez cortados los gruesos hilos que le unían a la realidad, se permitió el lujo de soñar.

4 de septiembre de 2012

Septiembres

Acurrucado, frente al mar revuelto, pudo al fin reunir un manojo de fuerzas deshilachadas y recapitular.

A cada envite de las olas, deshacía un nuevo nudo, a cada golpe de viento, desleía una vieja duda.

Aún así, cuando el sol asomó entre la espuma, todavía no había descubierto el porqué de su última decisión, aquella que le había dejado varado en la orilla.

26 de julio de 2012

En el fondo...

Navego entre interrogantes y cuelgo de ellos la empalagosa rutina.

Busco entre líneas una voz amiga que me diga a gritos lo que nadie me dice, lo que todos me ocultan.

Y pierdo el poco tiempo que me queda relatando al viento la breve sinopsis de mi vida.

25 de julio de 2012

En el desván

Cruzo la puerta chirriante y recorro un universo de trastos y cajas a medio abrir que escupen recuerdos casi devorados por el polvo y el tiempo.

Llego al viejo armario, aparto a brazadas montones de ropa añeja y redescubro, intacto, como si hubiera estado esperándome, el viejo secreto.

Nuestro secreto.

11 de julio de 2012

Aire

Sopla fuerte el viento a este lado de la pared.

Al principio era una leve brisa casi imperceptible, pero hemos dejado, inconscientemente, que creciera (alimentándose de los sueños e ideales que hemos ido desechando) hasta adquirir las dimensiones casi místicas de un huracán.

A su paso, arden las esperanzas, se pudren los destinos preconcebidos, vuelan en mil pedazos los pequeños refugios invisibles en que antes (no hace tanto) nos resguardábamos... no queda ya ni un mísero tablón a que amarrarse en mitad del oleaje.

Sólo nos resta buscar algo parecido al equilibrio, esperar a que dé sus últimos coletazos y recrearnos después en el paisaje que queda tras toda tormenta, por muy imperfecta que esta sea.


6 de julio de 2012

Órbitas


Gasto las tardes de fuego y las noches de humo espeso inventando caminatas elípticas en torno al cero absoluto.

Pequeñas luces parpadeantes (miguitas de pan halógenas) delimitan  el sendero y cortan las alas al azar y a la tentación húmeda de perderme antes de tiempo.

Así, antes de siquiera pararme a pensarlo, se me escurre la última y diminuta gota de verano entre los dedos.


27 de junio de 2012

Una noche más

Arden las aceras y el asfalto.

Pesa el aire.

El cielo cae a plomo sobre nuestros hombros.

La ciudad duerme un sueño entrecortado y sudoroso, al ritmo marcado por el ronrroneo de las persianas y el zumbido monocorde de los aparatos de aire acondicionado.

La luna asoma, ruborizada, su rostro entre un mar inmenso de llamas mudas.

Apenas se intuye, ahí al fondo, el tililar tenue de las estrellas, abriéndose paso entre los destellos ciegos de las farolas.

Asomado a la ventana, me repito una y otra vez, como en una salmodia, que sólo se trata de una noche de verano más, al abrigo inmisericorde de la ebullición urbana. Sólo eso. Una noche más.

21 de junio de 2012

Alas mojadas

Con sed atrasada y la mochila vacía, reemprende su caminar arrítmico y cansino.

Aunque percibe que el horizonte se aleja a cada paso, sigue zigzagueando a lo largo de la senda prefijada la noche anterior.

Como los estímulos provinientes del mundo exterior se desdibujan por minutos, poco a poco se va refugiando en su prolijo universo interior. Y lo hace convencido de que ya pronto logrará su objetivo, ya pronto se librará del último lastre... ya pronto comenzará realmente a flotar.




15 de junio de 2012

Penúltimo cartucho

Como recurso desesperado, antes de asumir todas esas dolorosas certezas, regresamos al lugar preciso en que se cruzaron nuestros puntos cardinales aquella primera vez.

Repetimos los mismos movimientos, las mismas palabras, casi calcamos los gestos... buscamos, entregados, la descarga de corriente alterna que nos fulminó en un instante.

Nos miramos en silencio, esperamos la señal, pero nada sucede... Hemos sido definitivamente derrotados por el peso del tiempo.

14 de junio de 2012

Flujos

Una gran amiga me ha recordado hace unos días que el verano pasado, uno de mis microrrelatos fue seleccionado para ser publicado en El País Semanal.

Me ha costado encontrarlo, pero al final, entre la pila de semanales atrasados, han aparecido estas letras que vuelven a estar de "actualidad" ahora que regresa el calorcito:

Veranos pasados y futuros confluyen en este umbrío presente ajeno a los calendarios.

Placeres y pasatiempos extraños de este soñador extraño.

Horas robadas

Vasos vacíos, cenicero lleno, ventana abierta, cama deshecha.

Paredes blancas, noche gris, pasillo de ida y vuelta empapado de augurios incoloros.

Gotas de sudor, mirada perdida, suelo movedizo, sombras y más sombras agazapadas en las esquinas.

Dolor punzante casi olvidado, piel ya cuarteada por los miedos y las dudas, saltos en el tiempo para huir de caídas y recaídas.

Papeles gastados, tinta hueca, jirones de vida depositados entre líneas.

Antes o después, sé que un nuevo amanecer teñido de insomnio golpeará mi frente...

...La historia de siempre.

12 de junio de 2012

Más difícil todavía

Como funámbulos ciegos, recorremos cada noche el fino alambre que surge de la nada, y a tientas, esquivamos el vértigo y zigzagueamos a través del espacio que nos separa.

Tras tocar el borde del abismo, regresamos a cubierto, con la sola ayuda del instinto y el deseo.

29 de mayo de 2012

Indicativo de Presente

El final de los buenos tiempos le sorprendió mientras le silbaba un blues a la luna.

Como tantos otros, no fue capaz de prever la caída al vacío, a pesar de las múltiples señales que las piedras, las sombras y el viento habían ido depositando con esmero en mitad del sendero.

El advenimiento definitivo de los tiempos oscuros le arrebató la única posesión que había atesorado: su propio aliento...y, mudo, sin poder articular ni siquiera un suspiro, deambula de esquina en esquina, sin buscar ya porqués, obsesionado simplemente, con avistar el final de cada día sin dar de comer al futuro.

23 de mayo de 2012

Paciencia






En un recodo del sendero te desnudaste y te adentraste en la espesura, arrastrada por el bosque.

Hace ya tres años.

Empiezo a pensar que igual no vuelves.





Para todos los que, con mayor o menor ahínco, nos dedicamos a juntar letras, es prácticamente un sueño, ver cómo esas letras son tratadas en una imprenta y devueltas encuadernadas y bien colocaditas.

Pues bien, he recibido hace poco la maravillosa noticia de que este texto ha sido seleccionado en el I Certamen de Relato Breve "Esta Noche te Cuento" para formar parte del libro de relatos "El Bosque", editado por los alojamientos rurales "Molino de Bonaco" y "Sendero del Agua", y quería compartir con todos los que pasais por aquí tan emocionante acontecimiento.

Espero que lo disfruteis tanto como yo disfruté escribiéndolo.

Un abrazo.


18 de mayo de 2012

Ciclos

Un cúmulo de quiebros del azar hizo que diera con sus huesos en la calle justo el mismo día en que los medios de comunicación anunciaban a bombo y platillo el ansiado final de la crisis.

Se convirtió, así, sin comerlo ni beberlo, en un vestigio viviente del pasado reciente, y como tal fue tratado: le colmaron de agasajos en eventos y homenajes que se multiplicaban por todo lo largo y ancho de la geografía, pasando a ocupar en pocos días, un lugar preponderante en el imaginario colectivo... lugar que no abandonó hasta que estalló la siguiente crisis.

14 de mayo de 2012

Futuro Imperfecto o Imperativo Presente

Iban y venían al son infernal marcado por los tambores.

Cada cual cumplía su función, arrastrando los pesados grilletes como buenamente podía y sin siquiera plantearse rechistar.

La última legislación laboral era clara a ese respecto.

X-37, miembro anónimo de la decimotercera escuadra del engranaje C de la cadena 56-A, adscrita a la sección L-1, se detuvo un instante para tomar aliento y pensó entre dientes: "Hay que joerse, ya ni el futuro es lo que era cuando aún no era presente".

8 de mayo de 2012

Vigía

Miro...

Al suelo.

Al cielo.

Al lugar donde antes dormía tu mirada.

Miro...

Sobre los tejados.

Bajo el asfalto.

Busco tu sombra sin descanso.

Miro, busco, rebusco entre huecos...

Y escucho tu silencio.

Y huelo tu ausencia.

Y saboreo las nubes que casi aporrean mi cabeza.

Miro...

Sigo mirando.

7 de mayo de 2012

Vapor

Cuando percibió que aquel agujero negro en mitad del pecho había adquirido unas dimensiones inasibles, intentó lanzar un último grito de auxilio, pero, hasta el aliento (último vestigio de una vida vivida a trompicones) le había abandonado.

Hundió, por fin, la rodilla en el suelo, exhaló el poco oxígeno que aún guardaban sus intersticios pleurales y se disolvió... sin dejar ni un mísero rastro de su paseo eterno entre sombras, pendientes y hoquedades.

26 de abril de 2012

Tinta derramada

Damos grandes zancadas desacompasadas sin despegar los pies del suelo.

Fluímos a pesar de la maleza.

Creemos conocernos y todavía nos vemos capaces de preveer golpes, tropiezos, caídas y recaídas.

Nos desgajamos cuarteados por el paso del tiempo, aunque, de algún modo, guardamos aún memoria de silenciosos fuegos y diluvios atronadores.

Aunque nos dejamos llevar, seguimos rebelándonos contra los borrones que la vida va dejando sobre nuestros cuerpos

Pero, empeñados en buscar un último jirón de nube que nos arrastre, acabamos por diluirnos justo un instante antes de reemprender el vuelo.

13 de abril de 2012

Memoria histórica

Aunque ya hace demasiado tiempo que su memoria danza entre tinieblas y bruma, cada 14 de abril, varias veces al día, se levanta de su sillón como un resorte y busca el polvoriento album en la estantería.

Y, tembloroso pero decidido, bucea entre las fotos amarillentas, deja escapar un par de lágrimas y comienza a tararear viejas canciones que ya casi sólo él recuerda.

11 de abril de 2012

End

El Universo conocido desaparece de repente.

No tengo tiempo, tan siquiera, de amarrarme a ese tablón casi podrido que flota a escasos centímetros de mi cuerpo.

Una noche eterna y húmeda sucede a la luminosidad explosiva y ardiente.

Si aún quedara algo a lo que mirar, no podría verlo, pues mis ojos han sido dolorosamente devorados por el fuego y las sombras.

Con sumo esfuerzo, y ya casi sin oxígeno, destilo estas pocas líneas para que atestigüen mi definitiva dilución en el espacio y en el tiempo.

Cuento en silencio: 3...2...1...

...0.


 

28 de marzo de 2012

Memoria futura

Pasará el tiempo.

Y las certezas de hoy se vestirán de dudas.

Y los miedos de hoy se disolverán en los vaivenes incesantes de la memoria y el olvido.

El peso de los meses hará su trabajo y tus días y mis días presentes, y tus noches y mis noches pasadas se mezclarán y serán practicamente irreconocibles.

Pero si me empeño, tal vez sea capaz de secuestrar este preciso instante y devolvértelo, dentro de unos años, cuando ya no lo recuerdes, para así hacerte partícipe de lo que hoy, tan desinteresadamente, me ofreces.

26 de marzo de 2012

Cadencia

Sabíamos que la entrega, el sudor y los pasos dulcemente acompasados no garantizaban nada.

También sabíamos que el sentido de giro no siempre depende de lo intrincado del sendero y que las trampas no siempre son bordeables, por más que nos empeñemos.

Y sabíamos que antes o después todo torrente vuelve a su cauce y que más pronto que tarde, hasta el incendio más fiero termina por ser sofocado.

Por eso, porque lo sabíamos, es  probable que esta vez el dolor no duela tanto, que el hielo no nos hiele completamente y que este final que ahora nos envuelve, llegue seguido de un cartelito de esos en que alguien (tal vez uno de nosotros, quién sabe) haya escrito aquello tan manido de:

"Continuará en el capítulo siguiente"

21 de marzo de 2012

Tradiciones ancestrales

Cuentan que, como todo buen ogro que se precie, vivía en lo más profundo del oscuro bosque, empapado de soledad, al abrigo de miradas indiscretas y refugiado de las críticas superfluas que los habitantes de la aldea pudieran lanzarle, debido a su poco ortodoxo modo de vida.

Todos sabían que sólo salía de su ostracismo autoimpuesto una vez al año, coincidiendo con la fiesta mayor. Ese día aseaba su maltrecho cuerpo, vestía sus mejores galas y recorría con sus torpes zancadas los pocos kilómetros que le separaban del pueblucho.

Lo que  no todos sabían (a pesar del más que sospechoso censo menguante), es que, tras asistir atento al pregón y escuchar con simulado entusiasmo los mismos temas inmortales de siempre interpretados por la misma orquesta mortecina de siempre, esperaba, tranquilamente sentado en la plaza, a que la noche, con ayuda del exceso de alcohol, espesara el entendimiento de los aldeanos, para comenzar, bien entrada la madrugada y ya sin incómodos estorbos, su sangrienta ceremonia anual de silenciosa devastación.






13 de marzo de 2012

Geografías

Me asomo, casi sin querer, a la estrecha rendija que separa la noche del día.

Recorro, con los ojos apenas abiertos, los recovecos de tu anatomía dormida y sucumbo al deseo de rozar el firmamento de tu piel con la punta de los dedos.

Y me anclo a tu aliento como quien se amarra a una tabla maltrecha en mitad de un oceano eterno.

Cuando el despertador me obliga a cruzar la frontera del sueño, aún percibo tu calor fundiendo los confines de mi cuerpo mientras abrazo tus formas en el vacío.

5 de marzo de 2012

Adioses

Las paredes vacías enmarcan la pequeña estancia y la visten de colores ajados y pálidos.

Da vueltas y vueltas, sin poder escapar de la mirada inquisidora que rebosa los límites de esa fotografía que aferra contra el pecho.

El monocorde tintineo de las gotas sobre los cristales marca el ritmo de la tarde, como si de un estertor agónico y premonitorio se tratase.

Mientras aguarda a que el delirio le aseste un definitivo golpe certero, apenas acierta a deletrear, por última vez, aquel nombre teñido ya de sepia.

2 de marzo de 2012

Anhelos


Tal vez algún día vuelva a probar el sabor de tus susurros y a deleitarme con el aroma de tu deseo encendido.

Sigo necesitando el roce de tu calor y las caricias de tu reflejo en mis ojos.

Tal vez pronto vuelva a retener entre mis dedos el sonido de tus ansias redimidas y el clamor infinito de tus besos.

Pero, mientras llega el momento de saldar las deudas contraídas con nuestros cuerpos, me dedico a mirar acariciar oler oir saborear los arabescos imposibles que dibuja tu sombra junto a mi cama desnuda.

1 de marzo de 2012

Cruces y giros

Reconocieron sus voces al instante, en mitad de la manifestación, a pesar del tiempo transcurrido y del ensordecedor ruido que les envolvía.

Se disfrutaron de nuevo: frente a un café templado, deambulando por las callejas y los parques, entre las sábanas revueltas en el cuarto de aquel viejo hotel... al abrigo tibio de las tempestades y los tumultos.

Recuperaron una infinitesimal parte del tiempo perdido, pero a pesar de saber que seguían estando en deuda con el destino, cuando se despidieron, habían degustado ya el dulce sabor que deja en la boca la derrota del olvido.

27 de febrero de 2012

Transcripción

Palabras sin eco, silencios sin reflejo conocido.

Huecos, apenas esbozados, pero indestructibles, en el espejo.

Agujeros, minúsculos pero visibles, en las paredes.


Palabras opacas, silencios transparentes.

Luz insincera que apenas ilumina los rincones.

Losas en forma de miradas inconclusas.


Palabras incomprensibles, silencios explícitos.

El pecho embotado.

La frente lastrada por mil latidos de ritmo creciente.


Palabras olvidadas... silencios volátiles.












23 de febrero de 2012

Sendas


Llevo ya más de cien noches deambulando, con la única compañía de la luna y su reflejo, por lo que he acabado por acompasar mis zancadas a sus fases.

Hace ya demasiados días que las piedras y el polvo son mi única escolta, por lo que, para amenizar el recorrido, he aprendido a establecer interminables conversaciones con tan (aparentemente) inanimados compañeros de viaje.

Así, a ritmo constante, y sin apenas equipaje, he recorrido casi todos los cruces de caminos que había dibujados en el mapa.

Y, como quien no quiere la cosa, he recuperado el aliento cuando ya parecía irrecuperable.

22 de febrero de 2012

Matices

En ocasiones, el color blanco (tan superficial como convincente) me corteja, me atrae hacia un rincón iluminado, y allí, me dejo hacer, casi hipnotizado por su inmaculada apariencia.

Otras veces, es el color negro (más seguro de sí mismo y de su poder) el que me persigue sin tregua, hasta darme alcance en cualquier esquina, y no me queda más remedio que dejarme envolver violentamente por su abrazo helador.

Pero los más de los días, cruzo los pliegues de la rutina, acompañado por una casi infinita gama de anodinos tonos grises.

21 de febrero de 2012

Ficción. Pura ficción

Iban y venían a ritmo constante, al son marcado por la melodía infernal de los tambores, la cual tan solo era rasgada, de cuando en cuando, por el restañar sordo del látigo.
 
Todos cumplían su función metódicamente, arrastrando en silencio y como buenamente podían los pesados grilletes.
 
El último convenio colectivo, recién revisado, era clarísimo respecto a los deberes y derechos de cada uno.

Al menos, les quedaba el consuelo de haber mantenido el puesto de trabajo.

17 de febrero de 2012

Evolución

Las aceras ya no son grises. Ni el cielo. Ni el humo. Ni la niebla.

El trasiego de sombras se ha convertido en una danza nada macabra. Y, siguiendo su ritmo, baila el tiempo abrazado al espacio, sin pudor, en mitad de la calle... a la vista de todo el mundo.

Detalles

No sin esfuerzo, buscó, extrajo y compartió su mejor sonrisa, esa que guardaba sólo para las ocasiones especiales.

Pero aquella vez pasó dolorosamente inadvertida: la espesura matizada de sol de invierno no dejó que disfrutáramos de la suavidad hipnótica de su rictus helado.

14 de febrero de 2012

Paralelas y tangentes

Vas, un día más, de camino hacia ningún lugar.

Lo sé porque yo vengo de allí en este justo momento.

Como otras tantas veces, nuestras sombras se han cruzado sin apenas saludarse.

Como tantas otras veces, he agachado la cabeza al intuir tu mirada.

Es más que probable que cuando decidas regresar ya no esté aquí... ultimamente no somos más que un amasijo frío de vaivenes.

13 de febrero de 2012

Gotas

Las últimas partículas de hielo trazan un dibujo informe antes de derretirse definitivamente en el confín de esta madrugada.

Pero esta vez soy incapaz de desentrañar el mensaje cifrado que componen con su aleteo frágil y desacompasado.

El intenso frío ha impedido que mis ojos se acostumbren lo suficiente a la ausencia de luz.

La inmensa oscuridad ha impedido que mis dedos adquieran el tacto preciso para leer tras los pliegues del papel mojado.

Miro el leve charquito que forman y busco, sin demasiada esperanza, un clavo ardiendo en forma de rayo de luna diluído.

7 de febrero de 2012

Reina la calma

Atravieso, un día más, el desierto inmaculado que nace y muere entre los pliegues de las hojas manchadas de tinta hueca.

Estudio concienzudamente el último enigma que el viento ha traído a mi puerta, antes de partir, como cada mañana, hacia el ondulante horizonte que asoma entre un bosque de espinas.

Calibro mis armas, descarto las insinuaciones que me lanzan las sombras, salto sobre socavones inventados y descubro que, como esperaba, todo sigue más o menos igual a este lado de la nada.

6 de febrero de 2012

Tangencias

Te miro y adivino el infinito en el fondo de tus ojos tristes.

Me miras y dibujo titubeantes estelas en esta noche opaca que nos cubre.

Te miro y planeo a escape libre sobre el barro y las luces temblorosas de la ciudad dormida.

Me miras y descubro un paraíso efímero y volátil donde sólo debería haber vacío.

Te miro y apenas acierto a plasmar en el lienzo en blanco de mi mente unos pequeños esbozos desordenados.

Me miras y se deshace la leve urdimbre que teje mis días.

Te miro y sé que nunca sabrás mi nombre.

Me miras y caigo en picado... pero con esa extraña sonrisa amarrada a mis labios.

Trompicones

Mientras recorro mentalmente todos aquellos paisajes devastados por el hielo y el olvido, me dejo envolver por la tenue melodía que la melancolía me susurra al oído.

Manejo, ordeno, maquillo, desordeno y desleo los ovillos de  la memoria, sin dejar de mirar al espejo roto que se asoma, entre sombras, al otro lado del pasillo.

Finjo serenidad, me disfrazo de sosiego, avanzo en la misma medida que retrocedo, giro sobre un eje difuminado por el paso del tiempo y sigo anclado, irremediablemente, al mismo metro cuadrado desconchado que tan bien conozco.

2 de febrero de 2012

Electromagnetismo

Una noche más, nos dejamos arrastrar por un hilo doble de susurros ahogados y una corriente alterna de caricias y miradas encendidas.

Una descarga eléctrica casi palpable nos atraviesa, haciendo que nuestros cuerpos se retuerzan  espasmódicamente en mitad de la falsa oscuridad del cuarto vacío.

Poco después, un fogonazo blanco cruza el espacio mínimo que nos separa, y mientras nuestras pieles dejan de temblar, las sábanas van recuperando, a duras penas, su compostura estática.

30 de enero de 2012

Deshielo

El "tic-tic" monocorde de las gotas recién licuadas marcó el ritmo de los primeros minutos de aquella mañana.

La larga noche precedente había sido terca, y no había abandonado la habitación hasta sembrar cada rincón con una colección infinita de fríos escombros y recuerdos helados.
 
Los tibios rayos de sol, filtrados por las cortinas, estaban cumpliendo con su labor, pero, entre ese montón de desechos, ya había demasiados cadáveres irremediablemente congelados.

26 de enero de 2012

Una de tiros

Los disparos sisearon y retumbaron estruendosamente, como en las películas antiguas, por lo que dedujo que estaba soñando y, lejos de intentar esquivarlos, se mantuvo inmóvil y tranquilo, pues sabía, a ciencia cierta, que ese no era su verdadero sonido.

Cuando levantaron el cadáver, el forense no supo a qué atribuir esa extraña y plácida sonrisa en su rostro.

23 de enero de 2012

Polvo en los bolsillos

He recorrido el mapa de confín a confín.

He saboreado el lodo y el hielo de infinitas madrugadas.

He nadado en mares, riachuelos y charcas.

He cruzado valles, montañas y desfiladeros.

He diseccionado caminos y senderos con el bisturí zigzagueante y certero de mis pies.

He invertido casi todas las noches de mi vida en intentar tocar las estrellas con la punta de los dedos.

Tal vez haya llegado el momento de tomarse un respiro.

Aunque sepa que ya es demasiado tarde para soñar siquiera con regresar.

20 de enero de 2012

Urbis

Las aceras humedecidas adquieren las formas y las costumbres de un animal mitológico herido de muerte.

Las farolas apenas rasgan la niebla, con su desesperado y siseante grito de luz.

Los edificios tiemblan ateridos, a pesar del esfuerzo de sus moradores por mantener sus entrañas a temperatura constante.

Los automóviles resoplan, se retuercen, danzan al son de un blues de asfalto y humo.

Mientras paseo sin rumbo ni prisas, me resigno a no encontrar, hoy tampoco, la salida de este laberinto disforme.

18 de enero de 2012

Telón

Desde el escenario, no era capaz de adivinar los gestos de desaprobación que su actuación estaba causando en el escaso público que asistía a su despedida de las tablas, por lo que recitó su papel como ultimamente hacía, con prisa, sin deleitarse demasiado en las frases ni en las pausas.

Un tibio aplauso casi apagado dio paso al monólogo de despedida que había preparado sin demasiado esmero.

Saludó al patio de butacas ya vacío y se dispuso a comenzar la verdadera última interpretación de su vida.

9 de enero de 2012

Continuo discontinuo

Creo
desgrano
engullo
leo
infinitas palabras sin sombra ni reflejo conocidos.

Miro
olvido
busco
retrato
infinitos rincones umbríos en que reposar huesos, sueños y espíritu.

Desbrozo
restauro
atesoro
rediseño
infinitos retazos de ayeres menos oscuros y mañanas menos podridos.

Deambulo entre infinitas lineas e infinitos huecos.

Intento maquillar la opacidad infinita del vacío infinito.

Y aún guardo unas pocas fuerzas para, en los infinitos ratos perdidos, disimular y hacer creer, a quién pueda interesar, que sigo infinitamente vivo.

Insert coin

Había recibido con aparente entereza los últimos empellones lanzados por el destino sobre su pecho.

Había mantenido la compostura pese al soplo insistente del olvido sobre su mojada melena.

Había hecho frente, como buenamente había podido, a la nueva soledad que se añadía, sin remedio, a su noche ya repleta de soledades añejas.

Había esbozado un plan de huída, por si la convivencia consigo mismo se hacía insufrible.

Había desleído las últimas palabras pronunciadas, casi expelidas, para evitar sentirse atado a un nuevo silencio forzoso.

Había trazado firmemente la fina línea que le separaba de aquel abismo viscoso.

Y había flotado ya sobre el embarrado campo de batalla el tiempo suficiente para hacerse una idea aproximada de lo que le iba a costar este nuevo desvarío.

Todo estaba dispuesto para reiniciar el juego.

Con un par de vidas menos.