2 de marzo de 2012

Anhelos


Tal vez algún día vuelva a probar el sabor de tus susurros y a deleitarme con el aroma de tu deseo encendido.

Sigo necesitando el roce de tu calor y las caricias de tu reflejo en mis ojos.

Tal vez pronto vuelva a retener entre mis dedos el sonido de tus ansias redimidas y el clamor infinito de tus besos.

Pero, mientras llega el momento de saldar las deudas contraídas con nuestros cuerpos, me dedico a mirar acariciar oler oir saborear los arabescos imposibles que dibuja tu sombra junto a mi cama desnuda.

4 comentarios:

  1. El anhelo conlleva a la esperanza, que dicen nunca se pierde. Recrearse en los recuerdos en su justa medida, sin cerrar puertas a los nuevos que están por llegar y que después serán recuerdos de nuestro presente.

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    1. Es una buena filosofía esa que propones, Pilar. Y, aunque no siempre sea sencillo borrar recuerdos, supongo que la "fabricación" de nuevos recuerdos hermosos irá desplazándolos a un segundo plano...

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  2. ¡Qué bonito, Cronopio! ¿Cómo es posible mantener un estilo, escribir muchos relatos, y, sin embargo, parecer tan diferentes unos de otros? Me asombra.
    Un abrazote, hacía tiempo que no te visitaba...

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    1. Muchas gracias por tus ánimos, Luis.

      Nos seguimos leyendo.

      Abrazos.

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