Dibujó la noche con ardores y espumas rescatados de tiempos mejores.
Repintó y restauró, a duras penas, los restos de sueño imposible que seguían revoloteando por la habitación, a pesar del frio.
Y decoró la cama vacía con colores inventados y tonalidades robadas al olvido.
21 de diciembre de 2011
19 de diciembre de 2011
Complaciente
Ya casi no sentía dolor, pues, a fuerza de costumbre, su piel había adquirido la impenetrable consistencia del cuero más curtido.
A pesar de eso, y para no desilusionar a nadie, cada vez que percibía la siseante amenaza del látigo cruzando el aire, profería un sonoro y medido grito de horror.
A pesar de eso, y para no desilusionar a nadie, cada vez que percibía la siseante amenaza del látigo cruzando el aire, profería un sonoro y medido grito de horror.
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