23 de febrero de 2012

Sendas


Llevo ya más de cien noches deambulando, con la única compañía de la luna y su reflejo, por lo que he acabado por acompasar mis zancadas a sus fases.

Hace ya demasiados días que las piedras y el polvo son mi única escolta, por lo que, para amenizar el recorrido, he aprendido a establecer interminables conversaciones con tan (aparentemente) inanimados compañeros de viaje.

Así, a ritmo constante, y sin apenas equipaje, he recorrido casi todos los cruces de caminos que había dibujados en el mapa.

Y, como quien no quiere la cosa, he recuperado el aliento cuando ya parecía irrecuperable.

22 de febrero de 2012

Matices

En ocasiones, el color blanco (tan superficial como convincente) me corteja, me atrae hacia un rincón iluminado, y allí, me dejo hacer, casi hipnotizado por su inmaculada apariencia.

Otras veces, es el color negro (más seguro de sí mismo y de su poder) el que me persigue sin tregua, hasta darme alcance en cualquier esquina, y no me queda más remedio que dejarme envolver violentamente por su abrazo helador.

Pero los más de los días, cruzo los pliegues de la rutina, acompañado por una casi infinita gama de anodinos tonos grises.

21 de febrero de 2012

Ficción. Pura ficción

Iban y venían a ritmo constante, al son marcado por la melodía infernal de los tambores, la cual tan solo era rasgada, de cuando en cuando, por el restañar sordo del látigo.
 
Todos cumplían su función metódicamente, arrastrando en silencio y como buenamente podían los pesados grilletes.
 
El último convenio colectivo, recién revisado, era clarísimo respecto a los deberes y derechos de cada uno.

Al menos, les quedaba el consuelo de haber mantenido el puesto de trabajo.