26 de mayo de 2011

A la contra

Precisamente hoy, que la incertidumbre lo empapa todo con su fluir irredento de augurios y azares.

Precisamente hoy, que lo adecuado sería adoptar la tópica pose pesimista y seguirle la corriente, sin más, a los tozudos acontecimientos.

Precisamente hoy, ha decidido retomar el vuelo que dejó a medias hace tiempo.

Y surcar (sin destino fijo, sin prisa, sin mapa, sin plan de viaje) las nubes.

"Siametría"

Imantados por la fuerza magnética proviniente de ser polos claramente opuestos, sobrellevan como buenamente pueden tan siamésica coyuntura.

Al principio, todo fue como la seda.

Uno y uno eran dos.

Parecía algo irrefutable, ajeno a cuestionamiento alguno.

Los problemas comenzaron cuando, sin previo aviso, un día de invierno, en mitad de una tormenta, se produjo la fusión.

25 de mayo de 2011

Regeneración nocturna

Aparentemente calmados.

Despiertos a pesar de las horas intempestivas.

Asidos a sueños revolcados una y otra vez por la realidad.

Observando la noche.

Diseccionando la oscuridad que sobrevive abrazada al miedo.

Esperando nuevos principios que sucedan a cada final.

Sin desesperar.

Inasequible al desaliento

Sometido a extrañas presiones externas, arrastrado y llevado por energías inabarcables, sumido en mil espirales enroscadas en su infinito y devastador girar, asolado por pasados ajenos y presentes huidizos.

Pero sin despeinarse.

Sin perder el gesto pétreo que le hizo famoso.

Fiel a sí mismo.

Hasta el final.

Fusión

Envueltos por la multitud, perdidos en mitad de la masa multiforme que danza al son de un ritmo extraño y atronador, nos abrazamos y casi nos fundimos.

Y, llevados por el encantamiento, sólo resta esperar.

Ya pronto despertaremos.

Ya pronto seremos extirpados de este sueño.

Ilógico

La humedad vacía del agujero que ha crecido imparable desde aquel día, ha ido empapándome y, a un tiempo, diseccionándome con su certero filo, templado en las treinta insípidas noches que han llenado este mes átono y pálido. 

Pero, contra toda lógica, aún mo me siento hueco del todo, aún me siento despierto.

Visiones

Sucumbió a la dulce tentación de seguir adelante, a pesar de los gritos desaforados que le instaban, desde hacía tiempo, a detenerse.

Sólo paró una fracción de segundo para mirar a ambos lados de la calle desierta.

Pero aquella ínfima partícula de tiempo fue suficiente para reconocerse a sí mismo a punto de cometer el que estaba llamado a ser su último error... con un poco de suerte.