16 de diciembre de 2011

Colorado colorín...

El jinete de azulada vestimenta llegó al torreón tras cruzar bosques tenebrosos, afiladas cordilleras y amenazantes pantanos. Una vez allí, con la satisfación del trabajo casi acabado, y tras disimular varios bostezos, dejó que el sueño le venciera. Y aún hoy sigue durmiendo.

15 de diciembre de 2011

En el umbral

Abrazado a mi mismo, dejé que la escarcha me fuera cubriendo lentamente. La madrugada, con su lengua fría y negra fue helando mis miembros y mis gestos, mientras te esperaba sin esperarte. Cuando mi cuerpo ya casi no respondía a los impulsos nerviosos tuve un último asomo de lucidez... y cerré la puerta.

13 de diciembre de 2011

Fuego y aire

El deseo (llameante, voraz, húmedo... punzante) estranguló la poca fuerza de voluntad que me restaba a esas horas de la noche y no me quedó más remedio que dejarme llevar y arder de nuevo en el infierno dulce de tu piel encendida.

Una vez apagado el incendio de las ansias, creo recordar que emprendimos el vuelo. Sin gastar ni un segundo en planear el aterrizaje.