19 de abril de 2011

Masas

El clamor fue casi unánime. Nunca antes se había llegado a tal consenso.Su oratoria fértil y apasionada había logrado el acuerdo entre posturas aparentemente irreconciliables. Ahora sólo quedaba repartir saludos, recibir elogios, saldar alguna deuda y desaparecer para siempre.

Horizontes

Ya son demasiados días arremolinados en un torrente de rabia contenida y dolor disimulado. El tiempo hará su trabajo y velará los recuerdos con su manto marrón. Pero hasta que difumine las imágenes impresas a fuego en la memoria, sólo queda mirar al fondo del cielo y contar minutos.