20 de enero de 2012

Urbis

Las aceras humedecidas adquieren las formas y las costumbres de un animal mitológico herido de muerte.

Las farolas apenas rasgan la niebla, con su desesperado y siseante grito de luz.

Los edificios tiemblan ateridos, a pesar del esfuerzo de sus moradores por mantener sus entrañas a temperatura constante.

Los automóviles resoplan, se retuercen, danzan al son de un blues de asfalto y humo.

Mientras paseo sin rumbo ni prisas, me resigno a no encontrar, hoy tampoco, la salida de este laberinto disforme.

18 de enero de 2012

Telón

Desde el escenario, no era capaz de adivinar los gestos de desaprobación que su actuación estaba causando en el escaso público que asistía a su despedida de las tablas, por lo que recitó su papel como ultimamente hacía, con prisa, sin deleitarse demasiado en las frases ni en las pausas.

Un tibio aplauso casi apagado dio paso al monólogo de despedida que había preparado sin demasiado esmero.

Saludó al patio de butacas ya vacío y se dispuso a comenzar la verdadera última interpretación de su vida.