11 de marzo de 2011

La madrugada

Al abrigo del temporal, la madrugada se hizo carne, como dictan los cánones, sin que pudiésemos esquivar ni un sólo tópico manido. Al abrigo de un abrazo estrecho y bien hilvanado, la madrugada nos fue devolviendo, sin esfuerzo aparente, todo aquello que nos había ido robando el día.

10 de marzo de 2011

Noche hambrienta

Buscando desentrañar la cuadratura de un círculo precioso enquistado entre temblores y sudor, ofrendamos nuestros cuerpos a la Luna en una ceremonia tan impúdica como primitiva.

No encontramos la solución al dilema en cuestión, pero la noche nos absorbió.

Y nos masticó.

Ironías

Sí, tal vez fue una simple carcajada. Pero sonora y punzante. Desestabilizadora en su impetuosidad, fue una risa empapada de ecos de cambio. Se desbordó por las comisuras de tus labios e impregnó, en breves segundos, el pequeño espacio que nos separaba, con su repiqueteo inconstante y efímero. Fue una carcajada definitoria de una decisión que llevabas ya tiempo madurando. Ahora lo entiendo. Demasiado tarde quizás. Entonces creí simple e ingenuamente, que te había hecho reir.