17 de diciembre de 2010

Compatibilidad

El hombre sin sombra acudió a la cita apurado, con algo de retraso.
La mujer que no se reflejaba en los espejos le esperaba en la mesa del fondo tomando café.
Se miraron a los ojos, y sin cruzar palabra, se reconocieron al instante.
En silencio, decidieron dar una oportunidad al destino.

Han pasado muchos años, pero, de vez en cuando aún se les ve, paseando de la mano por las calles más oscuras, evitando los escaparates.

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