18 de diciembre de 2010

Entre charcos

Como hoy no me pesan mucho los zapatos, me dispongo a chapotear en los charcos que hay en la calle desierta.
 
Como se ha disipado la bruma que nublaba mi cabeza, me apetece saltar, correr, dejarme acariciar por la lluvia.

Porque está diluviando ahí fuera, pero dentro, ha escampado.

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