18 de diciembre de 2010

Huída sin rumbo

Notó la descarga de la cafeína sobre sus circuitos nerviosos y abrió levemente los ojos.

Desperezándose, encendió el ordenador, con la secreta esperanza de encontrar algún remanso en que refugiarse.

Hacía meses que intentaba escapar de sí mismo, llevaba largo tiempo intentando huir, pero le costaba decidir hacia dónde.

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