17 de diciembre de 2010

Aquella canción

Enciendes la radio.

Los ecos de voces extrañas retumban en el cuarto.

Es un zumbido informe y monótono que no engaña al silencio.

No ves nada.

Otra vez esa maldita niebla húmeda lo cubre todo.

Te tumbas y en el mismo instante en que te vence el sueño, suenan las primeras notas de aquella canción.

Invocado por la melodía, surjo de la nada y me acurruco a tu lado.

Sólo soy un recuerdo, una leve sombra del pasado... pero, esta noche, algo me dice que voy a ser un poco menos etéreo que de costumbre.

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