Eligió girar en seco en mitad de una recta.
Esta vez decidió por sí mismo, sin dudas ni consultas.
Optó por el camino empedrado, dejando de lado cualquier sutileza.
Como casi siempre, acabó embarrado, pero con la sensación de haber dejado de ser un mero actor de reparto.
Por fin era el protagonista de su propio fracaso
No hay comentarios:
Publicar un comentario