Nunca tuve la paciencia de un artesano
ni los dedos precisos de un relojero
No manejé bien el tiempo,
fallé a la hora de reconstruir el deseo.
Intenté improvisar un atajo que me llevara de vuelta a tu piel,
pero nunca tuve la habilidad de un cirujano,
ni el trazo perfecto de un arquitecto experto.
pero nunca tuve la habilidad de un cirujano,
ni el trazo perfecto de un arquitecto experto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario