16 de diciembre de 2010

Cantos

Me dejo arrullar por la musicalidad casi etérea de sus cantos mientras cruzo la nada que se extiende hasta los confines de mi océano cotidiano. 

Me dejo anudar por mil hilos invisibles, me rindo sin condiciones a la voz reluciente y voraz de las mismas sirenas ficticias de siempre.

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