La charca está hoy repleta.
Sapos venidos de todos los rincones lucen sus mejores galas y muestran sus dotes de canto en pos del premio soñado.
Desde un rincón discreto, sigo atento el espectáculo.
Sé que es imposible que se fije en mi, poco puedo ofrecer a una dama de su porte, pero croaré.
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