19 de octubre de 2011

Falta de costumbre

Una sonrisa, tan leve que casi muere antes de nacer.

Una mirada matizada de ausencias.

Un par de palabras, apenas iluminadas por un azaroso rayo de luna reflejado en el espejo del aparador.

Y, como alumbrada por una brasa invisible, la piel se eriza de nuevo.

...Y renace aquel viejo temblor

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