19 de octubre de 2011

Acopio

A la luz de las brasas casi extintas, las alimañas nocturnas masticaban a bocados rítmicos, interpretando una especie de danza sanguinaria y ritual. Sin dejarse arrastrar por el hambre y el instinto, apuraban quedamente la última pieza caída, antes de afrontar el largo invierno.

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