14 de febrero de 2011

Ecos

Li-be-ra-ción

Los ecos de esa palabra retumbaron por todos los rincones de las calles aún a oscuras. Había estado enquistada demasiado tiempo, había ido adquiriendo un mayor significado por el peso incierto del miedo. Pero al fin, sin que nadie pudiera remediarlo, explotó, y arrastró a todos los que rozaba con su azaroso aleteo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario