Savia destilada por el simple paso del tiempo
o por la fe en días mejores.
Falsas ternuras, abrazos de plástico y humo.
Palabras llenas de magia engañosa:
broza sobre los sentidos,
capa de polvo en la mente y el alma.
Y esa sensación
de ser manejado por una fuerza extraña y ajena.
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