25 de octubre de 2011

Érase una vez...

Amaneció. El cielo seguía algo nublado, pero amaneció.

Como en un cuento de hadas, el final de aquella historia adquirió tonos dulces, y a pesar de las tercas e inevitables nubes, tras mil tribulaciones, dudas y quebraderos, y tras derrotar al inefable ogro sediento de sangre y venganza, todos los personajes volvieron a sus quehaceres diarios, como si nada hubiese ocurrido realmente.

Sucedió en un país cercano.

No hace mucho tiempo.

3 comentarios:

  1. ¡Bravo, Cronopio!
    Tintes de realismo en un cuento de hadas al más puro estilo de los clásicos.

    Un abrazo.

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  2. Cronopio, me gusta esa capacidad que tienes de juntar palabras, unir historias, crear sensaciones. Una detrás de otra, todas diferentes.
    Un abrazo

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  3. Gracias por leer y comentar, MJ y Xavier. Abrazos.

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