20 de enero de 2011

El ogro

Comía aire, bebía niebla y escupía fuego. Vivía a bandazos entre un paraiso imaginario y un infierno ficticio. Sobrellevaba la oscuridad masticando las vísceras de quien osaba acercarse. Cuando le conocí ya era un monstruo mitológico, un ente maligno perfecto. Había logrado cumplir su sueño.

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