18 de enero de 2011

Extremos

La muerte y la vida 
labradas a fuego 
en dos o tres secretos 
amasados en la conciencia.

Las nubes y las llamas 
resumidas en una mirada 
tan tierna como turbia, 
tan tímida como punzante. 

El dolor más ciego 
y el placer más demoledor 
remezclados en cóctel absurdo
en el alambique insincero de la memoria.

2 comentarios:

  1. Esos sentimientos extremados y ambivalentes en nuestra memoria, ¿serán resultado de lo que transmitió la persona recordada o será resultado de nuestra propia subjetividad y parcialidad?.
    Bah, en todo caso son sentimientos, siempre agridulces, siempre carnada para la mordedura de la nostalgia.

    ResponderEliminar
  2. Me decanto más por la segunda opción...pero tienes razón, al fin y al cabo son sentimientos, recuerdos, restos de naufragio, que han de ser tratados como tales, aunque, de vez en cuando, sin que podamos remediarlo, vuelven, y se revuelven con el presente.

    ResponderEliminar