13 de enero de 2011

Jaque

Refugiado en su envoltura de metal derretido, se creía capaz de hacer palidecer al mismo miedo con sus acerados espadazos al aire. Creyéndose imbatible, asfaltó su sendero zigzagueante con ladrillos de barro y delirio. Intentando llenar su mundo con ruido, sólo encontró silencio.

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