11 de enero de 2011

Cita

Sonó el portazo. Después, a través de la ventana, intuyó unos pasos lastrados por la pesada maleta y una figura esquiva desfigurada por el esméril del cristal. Se giró y comenzó a danzar en círculos abrazado al aire vacío. Por fin podía tener una cita a solas con la soledad.

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