31 de enero de 2011

Caminando

La umbría vereda serpenteaba entre pinos centenarios y rayos de sol filtrados e inconstantes. Cada pocos pasos se paraba a respirar el olor a tierra mojada y la luz incierta matizada de bruma. Quería llegar a la cumbre por fin, pero, como siempre, se dejó tragar por el bosque.

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