Me esfuerzo por cincelar a fuego
las sílabas de mi nombre
en tu cama deshecha,
he de dejar ese mínimo rescoldo
en algún rincón de tus noches,
no me resigno a pasar a engrosar las filas
de los nombres escondidos.
Pero la nada es terca,
el vacío es persistente,
el olvido es un rival demasiado fuerte.
las sílabas de mi nombre
en tu cama deshecha,
he de dejar ese mínimo rescoldo
en algún rincón de tus noches,
no me resigno a pasar a engrosar las filas
de los nombres escondidos.
Pero la nada es terca,
el vacío es persistente,
el olvido es un rival demasiado fuerte.
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