La imaginación, siempre fiel compañera, me ha jugado esta noche una mala pasada. Mientras surcaba la oscuridad, dibujándo tu piel en el aire, me he visto a mi mismo vagando dentro de un laberinto de cristal. A golpes, he logrado escapar de esa visión, pero, justo en ese momento, te has evaporado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario