Queda poco
para que el terco calendario
me recuerde que ha pasado ya
demasiado tiempo desde la última vez.
Me detengo un instante ante la hoja arrugada,
y observo
la perfecta alineación de los días, las fases lunares,
las semanas y los meses.
Intento adivinar cuándo volverás,
pero el papel inane y cuadriculado
se niega,
como siempre,
a contestar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario