Explota el desasosiego en tu pecho ahuecado y ya estéril.
Renace un antiguo delirio entre estertores y vasos vacíos.
Crece una nueva pesadilla mientras un sínnúmero de imágenes preñadas de memoria viciada te rodean, te acosan...intentan derribarte.
Pero sus golpes ya casi no duelen.
Ya no.
Bueno, estoy de suerte porque te estoy leyendo las últimas entradas y todas me encantan. Con esto no digo que me gusten menos otras veces ¿eh?, porque tienes un blog "pata negra" a pesar de que sea muy poco conocido. Gracias por tus regalos.
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