Hay dolores de paso.
Hay dolores añejos.
Hay dolores perfectos en su imperfección.
Hay dolores que explotan en su agudeza y hay dolores persistentes.
Pero entre ese aparente maremagnum , siempre asoma, abrazado a un manojo de sueños incompletos, el verdadero e irrefutable dolor.
Buena retahila, ya estoy seguro que en cualquier momento me aparecerá alguno de esos tipos de dolor.
ResponderEliminarUn abrazo