A veces, el óxido lo cubre todo a este lado del cristal.
Otras veces, en cambio, las sombras chinescas que recreo cada noche, toman vida y me arrastran a bailar con ellas al otro lado.
A veces, el espejo parece estar hecho añicos.
Otras veces, la imagen que me devuelve parece formar parte de la realidad.
De esta realidad.
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