Las ruinas precedieron al deshielo, el deshielo al temblor, el temblor a las prisas, las prisas a los reencuentros y los reencuentros al sudor.
El sudor dio paso a un silencio explícito que derribó las pocas dudas que quedaban en pie.
Y, obviamente, nos volvimos a decir adiós.
Cadena lineal/circular...
ResponderEliminarGracias por reunir aquí tus palabras. Me ahorras el esfuerzo del copiapega para coleccionarlas.
Gracias a ti por estar ahí, y por leer. Un afectuoso saludo, tapia.
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