5 de agosto de 2011

Buscar sin encontrar, encontrar sin buscar

Quizá fue el azar, o quizá el eclipse, pero aquel agosto no llovió. Aún así buscaste refugio, y yo tenía uno vacío entre los brazos y el pecho.

2 comentarios:

  1. Que hermoso saber que unos brazos esperan.
    Y llenar este vacío aún sin Agosto.
    Genial.Un beso.

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  2. Muchas gracias por pasarte por aquí, leer y comentar, lenita. Y sí, a veces ese refugio que nos empeñamos en buscar lejos está aquí al lado.Solo que no sabemos, no podemos o no queremos verlo. Un abrazo.

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